Estamos convencidos que la CALIDAD con mayúsculas la
mide, la percibe y la valora el paciente. Nos estamos refiriendo a la calidad
que refleja la satisfacción del paciente
con los servicios sanitarios que recibe y que se adaptan a sus necesidades y expectativas.
Estamos viviendo en Osakidetza
desde hace ya bastantes años una especie de frenesí competitivo entre las
organizaciones sanitarias para ver cual es
la que consigue mayor número de certificaciones, premios y
reconocimientos de calidad. Pretendiendo trasladar a la opinión publica e
incluso dentro de la propia Osakidetza
lo magnificas y maravillosas que son sus organizaciones. Sabemos que todos esos
“procesos de reconocimiento” llevan acompañados unos costes en dinero y tiempos
muy importantes. Esos costes no se
dedican a mejoras reales de los servicios sanitarios sino a la contratación de expertos en calidad, para pagar las
facturas de los auditores, para
las certificaciones , para el mantenimiento
y renovación de esas
acreditaciones y en horas de trabajo, muchas horas de trabajo que dedican fundamentalmente los directivos de esas organizaciones para conseguir
esos “saraos” , horas que serian mas
productivas de dedicarlas a resolver los
problemas reales de asistencia que tienen, y cuantos!! , sus organizaciones.
Se han creado dos mundos que
caminan en paralelo uno el real que
los forman los pacientes y los profesionales sanitarios con los problemas y soluciones de toda índole
que se dan en la actividad asistencial,
y ello con la calidad real que percibe el paciente y que conocen de sobra los
profesionales. Y otro el virtual el de las certificaciones,
reconocimientos y premios en calidad en el que viven los directivos, los
expertos en calidad “calitologos” , auditores y otras especies mal definidas de
ese mundo.
El mundo virtual de la calidad
artificial pocas veces se interrelaciona con el real de los pacientes y profesionales sanitarios y estos que tan solo conocen ese
virtual por las noticias de prensa y por
los cuadros con los certificados que cuelgan en algunas organizaciones, no
salen de su asombro primero e indignación después cuando lo comparan con la
realidad de la asistencia que reciben de esas mismas organizaciones.
Así, que si bien el gerente del hospital de Galdakao explicó que
« sin querer restar importancia a los
galardones con los que ya cuenta, las Q de calidad se otorgan a organismos que
superen un número determinado de puntos, por lo que un mismo año pueden
recibirlo veinte. El premio europeo, sin embargo, lo que te dice es que tú eres
el mejor». Nosotros le decimos a ese gerente, que si gana el 9 de octubre,
será el mejor, pero en ese “mundo
virtual” sin transcendencia en los pacientes,
porque no pretenderá que nos traguemos que en el mundo real es el mejor.
El hospital de Galdakao en estos momentos
no se encuentra ni entre los
cuatro mejores de Euskadi, así que en el ranking de Europa no queremos ni saber
donde estaría.
Acaso seño gerente usted no
valora que en su hospital exista una lista de espera de mas de un año para poner
una prótesis de cadera, los problemas con la ginecología ambulatoria, la
dilatación interminable para tener
una consulta de urologia, los problemas
de coordinación con otros hospitales, que lo sufren los pacientes cuando se les remite para termina un tratamiento que ha
comenzado en el hospital de galdakao y no lo pueden terminar alli. La lista es
bastante mas larga que todos sus certificados y reconocimientos en calidad
virtual.
Basta ya de vivir en los “mundos
de yupi” y de sacar pecho por algo
irreal que no existe, dediquen su tiempo y nuestro dinero a solucionar los
problemas reales de los ciudadanos y así la próxima vez que aparezca una buena
noticia sobre la calidad no solo felicitaremos a los directivos del hospital y
de Osakidetza sino también y lo que es muchísimo mas importante a los pacientes
que reciben asistencia en ese hospital.
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