En la
actualidad, la deuda total del Sistema de Salud en suministros de medicamentos
a hospitales y con empresas de tecnología sanitaria asciende a cerca de 11.600
millones de euros. En torno al 20% de presupuesto sanitario del conjunto de las
comunidades autónomas. Si sumáramos la deuda con las oficinas de farmacia y
concesionarias hospitalarias esta podría superar los 17.000 millones de euros.
Además, no
solo se está incrementando la deuda sino que los días de retraso en los pagos
también están creciendo. El plazo medio de pago a proveedores de
medicamentos se ha incrementado de 390 a 525 días y el de las empresas de
tecnología sanitaria de 347 a 473 días.
Los más de 17.000 millones de euros de pasivo y el anuncio
de Rajoy de "No hay dinero para atender los servicios
públicos" no hay
liquidez ni para los más elementales compromisos de
pagos. Esto es blanco y en botella, la quiebra, en cualquier empresa estaríamos
hablando de: concurso de acreedores, expediente de regulación de empleo (ERE) y en fin de la liquidación del invento.
Pues de eso habla el RDL del 20 de abril, fundamentalmente
de la LIQUIDACION DE UN SISTEMA y que la
sanidad publica española pasa a ser otra
cosa y para ello se llevan por delante aplastando sin consideración alguna el
marco político autonómico y lo que sea. Es un “rescate” a la española sin “pasta”
y sin nuestros derechos históricos y por
supuesto sin culpables.
Las preguntas son sencillas:
¿Como hemos llegado
a esta situación de quiebra?
¿Quien ha estado
gestionando esos servicios de salud que han producido tamaña deuda?
¿Quién ha ostentando el poder en Madrid y ha mirado para
otro sitio?
Y las respuestas también son sencillas y evidentes:
Políticos del PP y del PSOE, estos mismos que plantean
ahora el “rescate” y los otros que de puertas a fuera ahora se rasgan las vestiduras, y llaman a la insumision,
pero que han consentido y contribuido a la QUIEBRA del sistema de salud.
Y mira por donde llegan los pirómanos metidos a bomberos y
nos quieren arreglar el Sistema Sanitario de Euskadi, vaciándonos competencialmente
e indicándonos cuál es el camino que debemos seguir para la salvación de
nuestro sistema.
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