Parafraseando
al famoso gestor deportivo y de infausto recuerdo en Vitoria-Gasteiz Dimitry
Piterman en su etapa de presidente del Alaves cuando se le preguntaba por lo
que estaba haciendo siempre respondía “todo legal amigo vasco” . Así los
gestores actuales de la Sanidad Vasca nos responde cuando les preguntamos que están
haciendo con el hospital de Santiago “todo legal amigo vasco” .
En junio de 2011 la Dirección General de
Osakidetza decidió destituir a los equipos directivos de los Hospitales de
Txagorritxu y del Hospital Santiago y en su lugar se estableció una
superestructura para dirigir la nueva Organización de Servicios que es el
Hospital Universitario de Alava (producto de la Fusion-Liquidacion de
Txagorritxu y Santiago).
La
destitución se hizo paulatinamente, en la primera oleada fueron los gerentes de
los antiguos hospitales junto con los antiguos directores económicos,
posteriormente les siguieron los directores de personal y por último la guadaña
llegó a los responsables asistenciales.
Es cierto, que tras cada cese vino un nuevo nombramiento con el reclamo
de que eran directivos del HUA, es decir de ambas sedes. Era evidente que esta
insistencia escondía lo que actualmente está pasando en ambos hospitales el
descontento de unos y de otros.
En
el Hospital de Santiago, se mantuvo a la segunda fila del equipo directivo
cesado, hasta que evidentemente, aparecieron los problemas, así la primera
semana de febrero de 2012 presenta la dimisión irrevocable la subdirectora de
enfermería, el subdirector médico tiene la amenaza de destitución encima de su
cabeza, y todo, por defender una gestión coherente y de calidad. Pero el hastío
llega hasta la cabeza de los redactores del Plan Funcional del nuevo y
”virtual” Hospital Universitario de Alava, que una vez hecho el trabajo, si te
he visto no me acuerdo. Efectivamente el lamento llega hasta la confección de un
escrito donde manifiestan el total desprecio en el proceso de fusión con el que
los nuevos gestores pagan por los
servicios prestados.
Las
aguas en el antiguo hospital de Txagorritxu, también bajan muy turbias, el
nuevo SUPERGERENTE no deja títere con cabeza y su estilo de gestión cuadra más
en los años 50 y 60 del siglo pasado, ahora bien, que como bien explicó el
Director General de Osakidetza en su presentación, no lo habían traído por su
currículo, ni por tener una experiencia en gestión, sino que lo habían traído
para conseguir la fusión de los hospitales de Alava. Y bien que lo va hacer,
porque a los profesionales de ambos centros no les va a quedar más remedio que
unirse ante tanta barbarie y sin razón.
Efectivamente,
la FUSION-LIQUIDACION por la imposición quieren que sea una realidad, pero no
se dan cuenta que la fusión va a ser virtual, que no real, lo real es el intento
de liquidación del hospital de Santiago. Cuando la imposición impera por encima
de la razón, lo único que se consigue es los servicios que funcionan
correctamente se contagien y logran que ningún servicio funcione. Los nuevos
gestores de la sanidad, que en un principio se presentaron como colaboradores y
facilitadores, se están convirtiendo en unos dictadores, aplican el modelo de
dirección por imposición o por imperativo legal, al que no está de acuerdo se
le aparta y punto, y así se está dejando un reguero de gente defraudada y sin
esperanza de futuro.
Por último, todo
esto hay que hacerlo en un tiempo record, no se andan con miramientos, el
objetivo del SUPERGERENTE es hacer la fusión-liquidación por imposición. Las
prisas no son buenas consejeras, y lo quieren hacer rápidamente para presentar
algo a la sociedad alavesa, se les acaba el tiempo y son muy conscientes de
ello.
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